Las oraciones de Chris Cornell

       
      
       Ante el aparente suicidio cometido el 18 de mayo, después de dar un concierto en la ciudad de Detroit, Chris Cornell, del grupo Soundgarden, será enterrado este viernes en el cementerio Hollywood Forever en la ciudad de los Ángeles, California. Como un gesto hacia sus fanáticos, la familia permitirá el acceso a la tumba al finalizar una ceremonia privada.

       Entré a la adultez escuchando a Soundgarden a finales de los 80’s y principios de los 90’s. Para muchos personas de mi generación -que podría ser la «X»-, la voz de Cornell representa una apasionado rechazado a la religión institucionalizada. Es imposible escuchar las canciones de Soundgarden como «Jesus Christ Pose» y «Holy Water» e ignorar la ira de alguien que ha sido sujeto de un proselitismo agresivo e incluso de un abuso espiritual. «Tú me miraste con la actitud de Jesús Cristo», Cornell canta, «como si yo necesitara ser salvado». Nadie puede arrancar esa voz de aquellos que han sufrido de esa manera.

       Pero tambén existe otra voz de Chris Cornell, una voz que cantó una asombrosa interpretación del «Ave María» de Schubert para un álbum recopilatorio de Navidad. Una voz conmovedora, casi evangélica que elogia en el cielo a su amigo Andy Wood, quien murió por un abuso de drogas; una voz que envió oraciones como guía y paz hacia su Creador (y a cualquiera que sea quien lo escuche), en canciones como «Show Me How to Live» y «Like a Stone» con su segundo grupo: Audioslave. Muchas de las canciones de Chris Cornell están llenas de imágenes cristológicas y sacramentales, incluso como queriendo tantear la paz en medio de la oscuridad de la depresión y la frustración. Su voz fue como la de muchos buscadores y espero que continue siendolo, incluso ahora que ya no está.


       Cualquiera que sea la voz con la que cantaba o lo que sea que haya cantado… ¡qué voz fue!. Escuchar esa voz fue una experiencia espiritual, como debería de serlo cantar a su lado. Los espíritus invocados eran algunas veces bacantes -¿del dios Bacco?- espíritus que no estaban bajo un control espiritual. La primera vez que vi a Soundgarden, mis amigos y yo nos quedamos de frente del grupo en un pequeño escenario de un pequeño teatro. Nosotros éramos completamente tomados por su sonido volcánico, el cual provenía de él como un solo cuerpo. Los ojos azul glaciales de Cornell miraron kilómetros más allá de donde él estaba, cuando su voz estalló desde kilómetros debajo para elevarse por encima de todo. Nunca había visto tocar a un grupo de esa manera o a alguien cantar así.

       El nivel de participación de Cornell en el cristianismo es desconocido para mí, más allá de algunos hechos bien conocidos. Su padre fue un irlandés católico y su madre una judía secular. Él fue expulsado de una escuela católica en Seattle. Se identificó como un agnóstico, pero pasó sus últimos años como miembro de la Iglesia Ortodoxa griega con su esposa, Vicky Karayiannis. La pareja bautizó a sus hijos en la iglesia y fungió como padrinos de los hijos de sus amigos, lo cual sugiere un ablandamiento y quizás un acercamiento del alma de Cornell a la religión. Pero esto es difícil de decirlo.
       
       También es imposible de decir por qué Cornell se quitó la vida. (Su familia cree que el medicamento que él tomaba pudo haberlo influenciado). El hecho es que recientemente su vida aparentaba felicidad – estabilidad familiar, amistades valiosas, un compromiso honesto con su propia recuperación, una participación en diferentes proyectos creativos de música, tal vez incluso una apertura consciente a la fe –esto habla, algunas veces, del terrible misterio de la vida interior de la persona. Cornell vino de una cultura que cobró la vida de muchos de sus amigos. Él luchó contra las drogas, el alcoholismo y la depresión. Una de las mayores bandas de rock de Seattle del periodo grunge, es la única que aún tiene a su vocalista con vida: Eddie Vedder de Pearl Jam.

       Debemos de recordarlo con mucha oración, bondad y compasión mostrando que la adicción y la depresión son enfermedades. La manera de actuar de muchas personas que atraviesan por estas enfermedades desafía una explicación. Debemos de esperanzarnos que aquellos que han fallecido ahora están con Dios.
 

       La voz de Cornell tocó la ira, la frustración y la soledad que muchas personas de su -y mi- generación han sentido. Pero incluso estos sentimientos son a menudo teñidos con el deseo de trascendencia. Como su amigo Eddie Vedder, quien canto con mucha alegría y generosidad, exultando a Chris Cornell a la grandeza de la música, liberándolo de su propia conciencia y llenándolo de devoción. En sus últimos días parecía como agradecido por la experiencia que su propia música y sus fanáticos fueron. Sus lágrimas fueron reales. Sus canciones, su alegría, su dolor y su magnífica voz dijeron algo de una verdadera oración. Si Dios estaba escondido en la difícil vida de Cornell, jalando en su corazón, podemos esperanzarnos que Dios al final nos dará, para nosotros y para nuestros seres queridos, el cielo.

Libre traducción: IdS.
Original: Christopher M. Hadley SJ
Enlace de artículo: http://www.americamagazine.org/arts-culture/2017/05/24/prayers-chris-cornell
Imágenes: tomadas de la red.

Nota: El autor aprobó dicha intención. 

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